sábado, 9 de octubre de 2010

UNA TRISTE HISTORIA DE AMOR


Estoy leyendo comentarios muy elogiosos respecto a la última novela de un escritor (desconocido para mí) nacido en la Unión Soviética (cuando todavía existía) que emigró junto a su familia a los Estados Unidos en 1979. Se trata de Gary Shteyngart y el nombre de la novela es “Super Sad True Love Story”. Sus anteriores novelas “The Russian Debutante’s Handbook” y “Absurdistan” le dieron cierta fama en el ambiente literario norteamericano.

Con alguna reminiscencia satírica a la original (y lacrimógena) película de los años 70 (Love Story) Super Sad True Love Story narra las idas y vueltas románticas entre un inmigrante ruso y una inmigrante coreana en New York, en un futuro cercano donde los libros ya no existen, una elite de multimillonarios puede comprar la vida eterna, la última moda son los jeans que permiten ver a través de ellos y los Estados Unidos están en guerra contra Venezuela.

En la novela, Shteyngart explica las características de un original dispositivo de persuasión social denominado "the äppärät". Se trata de un medallón que todos llevan colgado en el cuello, el cual trae toda la información personal de su usuario y permite que los demás no sólo sepan todo sobre uno, sino que además lo ubican en un ranking. En palabras del autor: “Uno ingresa a un bar e inmediatamente todos saben que es la decimoséptima persona más fea en el mismo, aunque por otro lado también saben que está cuarta en el ranking de crédito financiero. El aparato permite establecer rankings de personalidad y de atractivo personal; también tiene una especie de pad emocional, de forma tal que uno observa a una persona que le gusta, el dispositivo mide los latidos del corazón y se lo indica a esa persona, quien registra esa información y puede decidir aceptar o rechazar el intento de levante”.

El libro plantea el auge de la filosofía post-humana, con permanentes reemplazos de partes y órganos para vivir eternamente, pantallas que muestran los estados financieros personales en todas las esquinas que uno va transitando, el “texteo” o “twiteo” constante, consumo feroz y un estado de guerra que es negado por consenso por todos los habitantes de New York.

Shteingart enfatiza el rol creciente de la tecnología en nuestras vidas: “Pienso que eventualmente nos fundiremos con los dispositivos tecnológicos. Puesto que cada año pierdo un 6% de mi humanidad, para el año 2018 seremos un aparato andante. Cada persona tendrá que tener un äppärät ; en caso de no tenerlo, no será una persona civilizada, al menos en esa civilización que se viene”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Saludos,
Αԁmitο que hasta hoy no me іnteгesaba mucho esteblog, peгο сon los ultіmos posts estoy
visitandolo fгecuentementе у me esta іnteгesanԁo bаstаnte.

Buen tгabajo!
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